Lumbalgia y sus
tratamientos
¿Qué es la lumbalgia?
La lumbalgia también conocida como lumbago es un término médico utilizado para definir el dolor en la parte inferior o baja de la espalda donde están localizadas las vértebras lumbares.
Clasificación:
De acuerdo al tiempo de evolución, la lumbalgia se puede clasificar en tres categorías:
• Aguda:
la sintomatología tiene una duración menor de seis semanas.
•
Subaguda: su duración es de 6 a 12 semanas.
•
Crónica: cuadro persistente por más de 12 semanas.
Tipos de Lumbalgia y sus
causas:
Lumbalgia aguda, lumbago, sin irradiación,
(o lumbalgia simple)
Se puede
definir como aquel dolor de espalda de inicio súbito referido a la zona lumbar.
El dolor puede ser de características mecánicas, es decir, mejorar con el
reposo y empeorar con el movimiento, o no modificarse con el esfuerzo (no
mecánico), apuntando a una causa fuera de la columna. Es muy frecuente debido a
la falta de buenos hábitos posturales en la vida diaria y en el trabajo.
Comienza casi siempre de manera brusca al realizar un esfuerzo para levantar un peso o al hacer un movimiento en falso. Esto produce un bloqueo en la columna lumbar, con dolor y actitud o postura antiálgica importante.
Lumbalgia crónica o lumbalgia aguda
recidivante
Provoca
un dolor que puede ser continuo, intermitente o acentuado en ciertas posiciones
(sentado, de pie, acostado, en flexión anterior, etc.), dura más de 30 días. A
veces se manifiesta como un dolor difuso y vago localizado en la región
lumbosacra. Suele empeorar por la noche y produce incluso fatiga, o por la
mañana al levantarse. No existe bloqueo como tal, así que la persona que lo
padece puede andar y moverse con cierta libertad, y son en realidad las
posturas estáticas prolongadas las que se hacen intolerables. En muchas
ocasiones la causa de este tipo de lumbalgias es un desequilibrio de fuerzas en
la columna en general, que puede ser provocado a su vez por el sobrepeso y la
mala postura.
Son
dolores lumbares bajos, difusos y a menudo unilaterales, que se irradian hacia
las nalgas, que incrementan con el esfuerzo y la fatiga y disminuyen con el
reposo.
Lumbalgia psicosomática o emocional
Es
aquella que ocurre sin causa aparente y no sigue ningún tipo de patrón lógico,
por lo que la persona que la padece no sabe explicar claramente el lugar del
dolor ni las situaciones en las que aparece o desaparece. La ansiedad, rabia y
tristeza son las emociones que con mayor frecuencia provocan lumbalgias de
origen emocional. Aunque la mayoría de las lumbalgias tienen factores
emocionales asociados.
Lumbociática
Esta
patología discal, puede producirse por una hernia discal o por una simple
protusión discal. Este problema se suele situar entre L4 – L5 y L5 – S1.
Es importante conocer cuáles son los factores de riesgo con el fin de poder evitarlos. Pasaremos ahora a enumerar algunos de los más frecuentes tenemos: sedentarismo, sobrepeso, falta de tonicidad abdominal, tabaquismo, personas que levantan peso, conductores, estreñimiento, depresión, ansiedad, emociones negativas contenidas, reglas dolorosas, carencias de vitaminas del grupo B y de ácidos grasos omega 3 y 6, mal gesto al correr, déficit de técnica, entre otras.
Existen múltiples causas que pueden dar lugar a la aparición de una lumbalgia o que pueden agravarla tales como: la artrosis, la osteoporosis, infecciones, patologías neurológicas, lesiones provocadas en un accidente, problemas ergonómicos y neoplasias practicadas en la zona.
A tener en cuenta
Si esta patología no se trata con cuidado
y atención puede cronificarse y el dolor convertirse en un visitante que viene
a quedarse, si no hay un tratamiento adecuado las molestias pueden establecerse
durante meses e ir agravándose lentamente, por ello resulta muy importante
conocer los síntomas de esta molestia lumbar y poder actuar con un tratamiento
de fisioterapia en el plazo más breve posible.
Afecta tanto a personas jóvenes, como
adultas y mayores y aparece tanto en trabajos sedentarios, como en aquellos que
implican un gran esfuerzo físico.
Frecuencia de aparición
¿La lumbalgia tiene la misma frecuencia en hombres y mujeres? ¿Hay una franja de edad en la que se padezca más lumbalgia?
La
diferencia por sexos y edad va a ser en función de algunas causas. Por ejemplo:
-
La
espondilitis anquilosante tiene mayor frecuencia en el varón joven.
-
Las
infecciones van a ser más frecuentes en mayores de 50 años.
- Los cuadros crónicos y degenerativos son más frecuentes entre los 45 y 65 años y, en este caso, sí es algo más frecuente en la mujer (60 por ciento).
Síntomas de la Lumbalgia:
Dependiendo
al caso se puede presentar de diferentes formas pero a continuación se
presentarán los síntomas más comunes:
-
Dolor
constante localizado en la zona baja de la espalda, que empeora con el
esfuerzo.
-
Dolor
a la palpación de la zona afectada. La presión sobre el tejido muscular agudiza
el dolor.
-
En
los casos más graves puede aparecer gran dolor al movilizar la zona, puede
resultar complejo incluso poder ponerse de pie y existir una gran dificultad
para caminar.
-
Espasmos
musculares en la zona afectada. Contracturas reflejas que intentan evitar el
movimiento.
Tratamiento de
fisioterapia en la Lumbalgia
Diatermia capacitiva:
Es una
de las técnicas más potentes y eficaces en el tratamiento de la lumbalgia tanto
en su fase aguda como crónica, la diatermia capacitiva produce un rápido alivio
del dolor y de la inflamación. Genera un efecto de endotermia de tal modo que
al aumentar el calor en profundidad consigue que aumente el riego sanguíneo
relajando al mismo tiempo el tejido muscular, la combinación de ambos factores
multiplica su efecto terapéutico, la fisioterapia con diatermia capacitiva
resulta muy potente en el tratamiento de la lumbalgia en todas sus fases.
Tens:
El Tens de alta frecuencia combinado con el de
baja frecuencia es una terapia muy útil para conseguir que el paciente pueda en
su domicilio controlar los brotes de dolor. Son equipos muy sencillos y de uso
domiciliario, si el fisioterapeuta enseña a su paciente a utilizar el Tens
correctamente te proporcionará un arma poderosa que le permitirá reducir la
sensación dolorosa.
La
realización de un masaje suave y relajante permitirá aliviar la sensación de
presión y dolor en la zona lumbar.
Ultrasonidos:
El
ultrasonido este es una terapia que utiliza la vibración del sonido para
provocar un efecto antiinflamatorio y calmante del dolor en la zona lumbar
afectada, en cierto modo genera un tipo de masaje vibratorio profundo transmitido
por las ondas sónicas.
Es un
modo de aplicar calor que en algunas ocasiones resulta eficaz, tiene el
inconveniente de que son las capas externas: la piel y el tejido graso los que
se calientan y absorbe más cantidad de energía.
Infrarrojos:
La
aplicación de calor externo bloquean parte de la señal el nervio trasmite y
produce un cierto efecto de relajación en la musculatura con lo cual se
consigue un cierto alivio del dolor y una relajación muscular.
Higiene postural:
Durante
el episodio doloroso, el paciente debe intentar mantener el ritmo de actividad
dentro de la normalidad, pero siempre evitando la sobrecarga de la espalda.
Para
conseguirlo conviene conocer y aplicar normas de higiene postural, que
describen cómo adoptar posturas y realizar movimientos o esfuerzos, de manera
que la espalda soporte la menor carga posible y la musculatura reduzca su
trabajo. Eso permite que, si en un momento dado el paciente tiene que hacer un
esfuerzo, sepa cómo hacerlo reduciendo el riesgo de sobrepasar sus
posibilidades.
Aplicar calor o frío:
El
paciente puede aplicar calor o frío en la zona dolorosa, aunque no se han hecho
estudios científicos para evaluar su efecto. En general, el frío se aplica
inmediatamente después de la lesión y el calor en la reagudización de las dolencias
crónicas.
Ejercicios:
En los
pacientes que no han vuelto a sus actividades habituales tras seis semanas debe
intentarse comenzar una pauta de ejercicio.
Inicialmente
pueden intentar actividades suaves y genéricas, como andar o nadar, para evitar
que se debilite la musculatura. Más tarde pueden iniciarse ejercicios
específicos para la espalda.
Una vez
ha pasado el episodio doloroso, el ejercicio y la higiene postural disminuyen
el riesgo de que aparezca o se reproduzca una crisis.
¡Muy Importante!
Además de la aplicación en clínica de las
diversas técnicas de fisioterapia hemos de plantearnos que el paciente no tenga
recidivas, para ello una vez que hayamos conseguido un resultado positivo y el
paciente se encuentre mejor, nuestra labor será la de intentar corregir
defectos posturales si los hubiera, proporcionar una serie de ejercicios que
fortalezcan y mejoren la resistencia de abdominales y musculatura
paravertebral, así como aconsejar al paciente que adopté un tipo de vida que le
permita verse libre de la insidiosa lumbalgia.
Bibliografías:
https://www.efisioterapia.net/articulos/fisioterapia-lumbalgia https://cuidateplus.marca.com/enfermedades/musculos-y-huesos/lumbalgia.html
http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/rehabilitacion/ejerciciosparalalumbalgia.pdf
https://www.clinica-fivasa.com/lumbalgia-tipos-y-tratamiento/
https://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoid=51851
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